Viviendo el cielo aquí en la tierra… en Córdoba!

Compartimos los «ecos» del último retiro del SEA, organizado por la filial Córdoba.

Por Marcela Villalonga
La semana pasada fuimos con Tere Vedoya a dar un retiro a Cabana, un pueblo cerca de Unquillo en Córdoba. Antes pasamos por Alta Gracia a visitar a la Virgen y pusimos todo, todo en sus manos…y ella se encargó! Gracias Aída por tan amoroso servicio de llevarnos a tus pagos!
Cada vez que veo la acción de Dios en solo dos días, me sorprendo, me maravillo y doy un GRACIAS con todo mi ser…
Gracias a las 50 personas que vinieron, que se confiaron al Señor, que fueron obedientes a las consignas, aprendieron algunas y renovaron otras, la experiencia de rezar en silencio con el corazón puesto en el Señor y en comunidad.
Gracias a todas ellas por la apertura con que se compartieron, por dejarse acompañar y hacer esta experiencia inmensa que es confiar en la escucha sagrada que el Señor nos regala a través de otro…

Gracias a Tere, porque con tus charlas tan profundas, sencillas y llenas de fe ayudás a tomar conciencia de nuestro ser Hijos de Dios y de que se puede sanar poniéndonos en sus manos.
Gracias a Diana O. y Graciela F. por ser asistentes, acompañantes y transmitir el carisma «a lo cordobés»!
Gracias a Raquel P. y Susana A. por donarnos parte de su sábado y ayudarnos con los acompañamientos, y gracias a Ceci B. Clemencia, Diana y P.Marcelo por ocuparse con tanto amor del armado, logística, invitaciones y misa del retiro…
Gracias a todas la comunidad que rezó por los 54 que estuvimos en Cabana, porque su oración nos da fuerza y nos sostiene.
Gracias Inesita A. por transmitir todo este tiempo el carisma en Córdoba, porque salvo por el acento cordobés, el resto fue como estar en casa de Maria.
Gracias Inés por el regalo INMENSO que es para mi ser Hija del SEA y poder llevarlo a los confines de la Tierra…en este momento a una provincia tan linda y con tantos lugares en los que veo naturalmente la creación de Dios como es mi querida Córdoba!
Gracias Señor por hacerte tan presente en los retiros, por sanar nuestra historia y la historia de nuestros padres, abuelos y de todas las personas que nos precedieron para que hoy estemos acá.
Gracias Señor por hacernos vivir el cielo aquí en la tierra, en comunidad con los vivos y con quienes ya están con Vos.
Marcela 

Cuando uno ve lo que se genera en los vínculos a partir de esta experiencia toma conciencia de la importancia de estos espacios, hoy fue un dia distinto en el CAE, volver a ver caras que compartimos este Tabor, ya en la trinchera, es diferente se siente una alegría muy honda, hay algo especial en el alma que solo puede nacer de Dios.
Alguien dijo hoy, experimenté «la Comunión de los Santos» comparto totalmente esa experiencia me sentí abrazada, querida y valorada en ese Jesús que estuvo presente en todo momento y que con tu compañía pude experimentar.
Muchas gracias, voy a rezar para que el Espíritu Santo siga obrando en todas las coordinadoras que hacen lo mismo que ustedes para que muchas personas más puedan vivir algo de lo que nos regalaron.
Celmira.

Tantas cosas por decir …tantas guardadas en lo mas profundo de mi corazón, qué fin de semana!!!!!
Que lindo que a mi edad uno no deja de sorprenderse …poder sanar mi historia!!! No se, ni sabré, si tengo en mi familia alguna situación para sanar, pero como comentábamos, todos tenemos algún dolor, sabido o no, familias que han debido separarse de su tierra en busca de una mejor vida ,cuantas cosas dejadas!!! Cuántas ilusiones!!! ….seguro mucho dolor que seria luego compensado en esta nueva tierra que tanto ofrecía, y seguro todo bueno ya que formaron su nueva familia .
En cuanto a mi encuentro mas profundo como lo que realmente buscaba con Dios …Guardo los mejores recuerdos de ese fin de semana ,espero encontrarme con ustedes nuevamente .
Cariños,
Susy Novillo

Querida comunidad,
Les escribo desde lo más profundo de mi corazón, para expresar mi agradecimiento por tanto amor iluminado en el retiro del SEA.
Tengo el corazón hinchado de alegría, con agujeritos, ya que cada encuentro con Jesús es una sinfonía de emociones, sentimientos, imágenes, recuerdos, sensaciones, deseos, en la soledad más íntima conmigo misma… ¡Es tan bello lo que se vive, que no hay palabras para expresar tanta hermosura! ¡Un regalo de Dios! ¡Un lujo! como lo dijo nuestra coordinadora. ¡Sentir todos los corazones en un mismo corazón, gozar el eterno encanto de estar despiertos.
Toda mi admiración por esta comunidad del CAE, filial Córdoba y al CESM, que me permiten descubrir el Cristo que hay en mi.
Gracias, mil gracias por todo el amor que dan!! ¡Los quiero un montón!
Un abrazo en el SEA:
Fanny Morichetti, 2º Año del CAE.

Fui cargada de emociones, ansiedad y muy ávida de bajar los decibeles y encontrarme conmigo. No sabía las características de dicho encuentro, pero no me preocupaba por que sabía que algo positivo sacaría….y no fue algo…fue todo, y simplemente me dejé llevar…Y floté en el aire, y hubo vientos que me sacudieron, pero no me resistí, sólo me entregué…y el Espíritu se encargó del resto.
Quiero agradecerles por su entrega, por generar estos espacios donde uno se siente «hermano del otro», donde sin hablar sentís que te están apoyando y acompañando
Sólo quiero ser instrumento que contagie para que más personas se unan y no se priven de semejante experiencia.
MUCHAS GRACIAS ! Y que Dios las bendiga!
Marite Campana

Quiero contarles que los frutos del Retiro se notaron en mí. Pude objetivar lo necesario como para aplacar un poco los ánimos (de mis niños, sobre todo). Y aún con tanto ajetreo afectivo, tengo una profunda sensación de liberación. Lo que les sucede, les sucede a los otros. Yo pude mantener la mente fría y la distancia como para atender las necesidades desde ahí.  Me sentí bien, serena, segura. Y dejé hacer, con la confianza de que cada cual se ocupaba según correspondía.
Realmente  me habita en estos días (y espero que siempre) una muy honda y certera idea, sensación, de liberación.
En el retiro viví intensamente los momentos de oración. Todos los gestos del día sábado me parecieron fuertísimos, a corazón abierto. No sólo por mí . Sino también por todos mis compañeros y amigos presentes. Ni qué decir de la gente a la cual estoy y estuve acompañando en esos días. Sentía que los miraba y los abrazaba con un amor nuevo , más abarcador.
Gracias por permitirme «hacer» así el retiro.
Graciela Fernández

Para mí el retiro fue providencial. No estaba en mis planes un retiro en este tiempo. Necesitaba del silencio, del encuentro con Dios, para aquietar, ordenar y seguir con Él, aún en los ruidos cotidianos.
Me encantó entregarle mi familia de origen. Oro desde hace tiempo por ello y ahora, creo que por fin pude cerrarlo. Fue muy emotivo, sincero y profundo.
Muchas gracias a Marcela, a Tere por el amor con que lo impartieron, por el respeto y la acogida y gracias al Señor por todo el añor que derramó, por todo lo que sanó. Iré descubriendo con el tiempo, cuántos frutos más dio, cuántos velos corrió.
Un abrazo y bendiciones.
Graciela M.

Realmente fue increible sentir la presencia de Dios en este fin de semana. Fue un retiro muy movilizador para mi, donde pude darme cuenta de mi historia personal y familiar. Me encantó la oración contemplativa y cómo día a día iba logrando pasitos para mejorar mi comunicación con Dios. Se que me falta muchísimo y sobre todo perseverancia, pero confío en que voy a lograrlo. Mil gracias por todo lo que nos dieron Teresa y Marcela. y en especial por sus últimas palabras. Que Dios las bendiga.
Alejandra

Fue muy lindo retirarme y compartir en silencio estos dias de trabajo y oración con algunos que ya conocía, otros de nombre y otros que nunca había visto!
Me maravilla la búsqueda de tantas personas y las compartidas. Me maravilla la fe de la gente! Me maravilla la grandeza del Señor que habita cada uno de nuestros corazones permitiendo que se compartan y ayuden!
Gracias a todo el equipo por acompañarnos y escucharnos, y a Tere y Marcela gracias por el don tan grande que tienen para transmitir.
La misericordia de Dios para nuestro pasado, su Amor para el presente y su Providencia para el futuro!
Leo

Llegué al retiro sin saber que me iba a ocurrir pero con una clara sensación de búsqueda, de una cosa estaba segura:Dios quería hablarme, quería abrazarme, quería amarme. Eso sentí, Dios se hizo presente en todas las personas que me rodearon, amigas, coordinadoras y todas las personas que conformamos el retiro.
Me sentí muy querida, muy acompañada, entendida y sostenida. Y me fui con el corazón lleno de paz y amor, descansando en el Señor. Fue una experiencia hermosa que quiero repetir cada año de mi vida. Muchas gracias a cada uno que hace posible que podamos encontrarnos con El y sentir su abrazo y amor.