Un acompañamiento lleno de esperanza.
Un fructífero vínculo se ha logrado este año con la Fundación Vivienda, ahí «acompañamos a personas que llegan a la Fundación a pedir una vivienda de emergencia, personas que están en riesgo y que necesitan salir de ese lugar o allegados que están en situación de precariedad» nos cuenta Emilia Fernández, quien guía este proyecto.
Desde este año, quienes se acercan a la Institución por ayuda por un techo digno, pueden acceder también a un acompañamiento espiritual con una de las nueve acompañantes del Centro partió como un proyecto de 4 meses y hoy ya se organiza para el 2018.
«Ha sido un momento sagrado y misterioso porque nos hemos sentido tocadas con cada acompañado ya que hay vidas entrecruzadas: la nuestra, la de ellos y la vida de Dios que se manifiesta en otros y se hace carne en cada palabra y se hace parte de este encuentro».
Estar junto a estas familias de escasos recursos es empatizar con el dolor, pero también con la esperanza: “Podemos abrazar y escuchar desde nuestro corazón un grito de perdón por tanto dolor, por tanta injusticia, violencia, desamparo, abandono, por tantas y tantas carencias. Podemos llorar junto a los acompañados y pedir perdón por una infancia herida, una adolescencia violentada, ultrajada y una adultez que hoy está dormida y aniquilada, pero ante esta realidad hay esperanza porque hoy es tiempo para volver a nacer, es tiempo para mirarse, escucharse y abrazarse, para ver lo que no se ve , sentir lo que nunca se habían permitido sentir”.
Todo indica que este proyecto entre la Fundación y el Centro Santa María seguirá creciendo. «Hemos podido comprobar de qué manera Dios se hace presente en cada familia que reciben apoyo social y espiritual».
Si quieres ser parte de este acompañamiento desde marzo del 2018, comunícate con Emilia Fernandez al +56 9 9841 3230.
Parte de las acompañantes junto al padre Nemo Castelli S.J. Capellán de la Fundación Vivienda.
