Testimonios del GEDEC

Ramona vive en Formosa. Hace 18 años participa del GEDEC (casi desde los inicios de estos grandes encuentros!), y siempre viene acompañada por otros catequistas de su comunidad. Pero el esfuerzo que implica el traslado desde tan lejos, hace que hasta el último día ella dude si podrá venir o no.

Así como Ramona, son muchos los catequistas que se movilizan desde distintos puntos del país para renovar su esperanza y reavivar el fuego! ¡¡Cuánto amor, cuánta fe, cuánto gozo!!

Por esto, son tan importantes las becas que permiten hacer más accesible el GEDEC. Agradecemos especialmente el apoyo de toda la comunidad del CESM que -a través de la campaña «Apadrinando al GEDEC»- nos ayuda a hacerlo posible.

Acompañantes y acompañados

Fue una experiencia intensa… El GEDEC nos invitó a acompañados y acompañantes a renovar los límites, vestirnos de nuestra historia, desmantelar nuestras defensas, protagonizar nuestros miedos y exponer y ventilar nuestro dolor para ser sanados y redimidos por Jesús …y nos cambió los rostros, nos iluminó las miradas… nos reveló más amados, mas amantes… nos llenó de esperanza y de una energía mas confiada y entregada en Cristo , sabiendo que la llama puede apagarse, pero allí estarán mis hermanos con quienes compartir otro Retiro de Fuego…y volver a empezar.
Gracias Inés, Roxana y Pata y todo el equipo en Luján por dejarnos entrenar para Río Cuarto.
Y un gracias enooooorme a Inesita Avalos y toda su gente por hacernos sentir en casa y por el ejemplo de trabajo en equipo.
A Marce y a Alicia por lo que compartimos y las disfrutamos durante los viajes, y a Jorge , mi marido, por el regalo increíble de vivir juntos este regalo de servir.

Por María Pueyrredon

Cuando conocí a Inés fue en un Gedec en Luján, en el 2007 donde también estaba el P. Jalics. Creo que fue uno de los primeros GEDEC abiertos a quienes no éramos catequistas.
Bernardita de Santiago de Chile estaba sentada a mi lado, me intuía la presencia de la Virgen de Lourdes que me acompañó por décadas hasta que comprendí que quería que hiciera oración. Para ese entonces conocía algo de meditación y adentrarme en la contemplación, la percepción y confrontar con las primeras perlas que afloraron descubriendo heridas muy tapadas.
Lo que mas ganó mi alma es saber que Inés tiene 8 hijos y yo soy la 3era de 7 hermanos, con una realidad y energía muy diferente a la que Inés irradia. No podré olvidar que la seguía por las escaleras para preguntar ¿cómo hiciste? Ella estaba llena de amor y paz-ciencia!
Fui acompañada por Inés en ese retiro, y, contemplar su mirada, el cielo en sus ojos, decidí llamarla María de la tierra. Mi madrina se llamó Victoria era la sabiduría de la vida transitada y en ella conocí el amor, que alegría tan grande saber que Inés cumple años en su mismo día! Otra delicadeza que Dios tuvo para conmigo después que se la llevó.
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Podría seguir por horas escribiendo esta maravillosa experiencia, este gran regalo.. no alcanzan las palabras y me quedo sin ellas cuando es difícil transmitir lo que le pasa al alma en mi pobre entrega y en ese amor que me baña que me inunda con su misericordia, me serena, me sana, me alimenta, me da nuevos colores y mas brillo. Estoy maravillada!!
Mientras escribo recibo una carta de uds agradeciendo mi aporte al GEDEC lo cual agradezco y quiero aclarar que mi aporte más grande fue reunir ese dinero con mi grupo de oración y mucha gente amiga de mi querido Franck, que me quiere bien como yo a Inés y cuando les pido si pueden colaborar saben que soy confiable y tendrá buen destino.
Con gran cariño,
Susana B. | Santa Fe, 2012