Acompañamiento en el Penal de San Martín

Todos los lunes un equipo de Acompañantes Espirituales concurre a la Unidad Penitenciaria n° 46 de San Martín, Buenos Aires, para acompañar a las personas privadas de la libertad. Es una tarea de enorme entrega y amor, que queremos compartir con toda nuestra comunidad, a través de testimonios de quienes llevan adelante esta misión.

¡Qué impresionantes son tus caminos Señor! Siempre tuve esta llamada a visitar a personas encarceladas… egresé del CAE con este deseo, pero por uno u otro motivo no había podido concretarlo!
De repente, a raíz de un encuentro de Inés con el Obispo de San Martín, llega esta idea de formar un equipo para colaborar en esta «misión» en la Unidad 46, Buen Ayre, San Martín.
Empezamos 10 acompañantes del CESM, 5 mujeres y 5 varones, y nos pusimos al servicio del padre Pepe Di Paola… queriendo reformar este servicio que es la Pastoral Penitenciaria, llevando nuestro SEA a este ambiente. Silencio, Escucha y Acogida…
Hoy puedo decir que vamos cada lunes, los que estamos, a visitar a Jesús preso! No estamos para juzgar los actos cometidos… estamos para que estas personas, cumpliendo sus condenas, puedan creer que Jesús también vive en ellos, que son valiosos y que la Misericordia de Dios los incluye especialmente…
Han cambiado personas, modos, propuestas, lo que no cambia es el corazón lleno de gozo con el que salimos cada lunes del Penal, después de celebrar la Palabra y la Eucaristía con varios de ellos y entre nosotros!!!
Ojalá puedan despertarse otros corazones a esto tan concreto que Jesús dijo: «Cada vez que lo hiciste con el más pequeño de mis hermanos, lo hiciste conmigo». 
Nené Badino

 
 

Estuve preso y me vinieron a visitar…….

Qué dilema moral encarna el visitar presos, sin embargo, nos pide capacidad para mirar a través del problema y saber que la persona es más que el hecho que pudo haber causado. Como Jesús, representa la capacidad de ver a la persona atrás de la prostituta, el recaudador de impuestos, el paralitico o el preso.

Y por sobre todo, acompañado de un equipo que encarna la espiritualidad en su vida, un diácono, monja y Acompañantes que son un sol.

Miguel Cinque