Semana Santa: una invitación a misionar en familia

Hace ya seis años, que cada Semana Santa, un grupo de familias con hijos pequeños y adolescentes, se reúnen en Casa de María para vivir la Semana Santa a pleno SEA. Esto es, cuatro días a puro Servicio, con verdadera Entrega y de mucha Alabanza.
Este año fueron más de 70 personas, entre padres, adolescentes y niños, los que se reunieron el Miércoles Santo por la noche, para compartir en comunidad, la semana más importante para los cristianos.
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El Jueves Santo comenzó temprano con una charla de Inés Ordoñez de Lanús, donde -a través de representaciones y otras dinámicas- grandes y chicos pudieron zambullirse en el misterio de la Misericordia del Señor. Después el P. Eugenio celebró la Eucaristía y realizó el lavatorio de los pies. Por la tarde, comenzó la misión por las calles del barrio Villa del Parque de Luján, donde se encuentra la Parroquia Sagrada Familia. Reunidos por familia, los misioneros visitaron las casas del lugar, e invitaron a todas las personas a participar de las diferentes actividades propuestas para la Semana Santa. Ya de nuevo en Casa de María, el día terminó con la Adoración al Santísimo.
El Viernes Santo, con una gran convocatoria, se realizó el Via Crucis por las calles del barrio. Cada estación «golpeó la puerta» de una casa diferente, y los vecinos abrieron su corazón para recibir a los peregrinos… y acompañar a Jesús en su camino al calvario! «Fue una experiencia de Iglesia, de la Iglesia que el Señor nos pide».
Los frutos de estos cuatros días de misión son percibidos por los mismos integrantes de este grupo misionero: «Este año, al principio nos costó ir y entregar nuestro tiempo «libre» pero volvimos más unidos como matrimonio y espero que como familia», reconoce Agustina. «Nos quedamos impactados por el compromiso de los matrimonios misioneros. Por la seriedad, la entrega y la garra que le pusieron a la misión y a catequizar personas sencillas que no conocen a Jesús, que no saben rezar ni hacer la señal de la Cruz. Ese compromiso y esa entrega nos contagió y volvimos de la misión con una alegría grande en el corazón. Y una fuerte sensación de paz», agrega.

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