Retiro del SEA | Integrando nuestro cuerpo

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“Ustedes son luz del mundo”

El cuerpo es una puerta importante de acceso a nuestro propio corazón. Escuchándolo, podemos caminar paso a paso, adentrándonos por los caminos de la interioridad.

Aprender a respirar, a seguir el ritmo del aire que entra y sale de nuestro cuerpo. Respirar profundo, con un ritmo tranquilo que nos ayude a sosegarnos. Respirar generosamente, recibiendo la vida que nos es dada en cada inspiración, entregando nuestra vida en cada exhalación. El aire entra y sale de nosotros como un signo de la vida que recibimos y ofrecemos.

Nuestro cuerpo tiene memoria y, cuando estamos en silencio, se despierta y reclama nuestra atención. En el tiempo de la oración de silencio aquietamos el cuerpo y nos disponemos a escuchar su voz, tantas veces acallada.

¿Qué nos dice nuestro cuerpo? ¿Qué necesita? Necesita mucho cuidado y gestos de amor; estar abierto a la vida y ser capaz de manifestar su mundo interior; necesita limpieza y alimentos; dormir, caminar, cantar y bailar, reír y llorar, abrazar y amar. Nuestro cuerpo es elocuente pero muchas veces nos negamos a escucharlo: estamos defendidos e incomunicados, olvidados de nosotros mismos, disociados, divididos, des-encarnados.

Te invitamos a un retiro de dos días… para integrar nuestro cuerpo y hacer que resplandezca la luz que hay en nuestro interior. Por medio de ejercicios de integración y el silencio de la oración, nos disponemos a percibir cada parte de nuestro cuerpo, aflojar los músculos que están tensos, recorrer nuestro cuerpo en todas sus partes y órganos y percibirlo en todas sus funciones; avivar nuestros sentidos exteriores para que puedan informar a nuestros sentidos interiores, y así hacernos capaces de ver lo que no vemos, de escuchar lo que no oímos, de tocar y gustar la realidad más profunda de todo lo que existe: Dios vivo y presente en nosotros y entre nosotros.

Hemos avanzado mucho en el conocimiento de una verdadera antropología cristiana y ya podemos dejar atrás el dualismo cuerpo-alma; y el equívoco de pensar que el cuerpo es sólo material y el alma es puramente espiritual. Hoy podemos comprender con mayor profundidad el misterio de quiénes somos y de esta unión tan admirable de nuestra realidad humana-espiritual. Una humanidad bien entendida es espiritual; y una espiritualidad bien entendida es humana. Nuestro cuerpo es el “cuerpo de Dios”; Dios se encarnó en este cuerpo sin dejar de ser Dios y siendo hombre en toda su dimensión. Porque es Dios, es el modelo de toda humanidad; y ya resucitado, Jesucristo manifiesta la humanidad nueva unida admirablemente al misterio de Dios.

Este retiro es una invitación de dos días para que aprendamos a escuchar nuestro cuerpo y recibir los mensajes que nos trae, redescubriendo así su valor sagrado y haciendo resplandecer la luz de Jesús que habita en nuestro interior.

Duración

– 2 días

Metodología

Es un retiro de silencio que nos dispone al don de la contemplación. Todo el retiro se desarrolla con la metodología del Camino al Corazón: a la luz de la Palabra del día y de la Eucaristía compartiremos momentos de oración que nos disponen a la contemplación, meditaciones, espacios de percepción y reflexión personal, ejercicios de integración y acompañamiento espiritual.

Para ver fechas en que se realiza este retiro clic acá