Retiro de fuego

En la Fundación Vivienda

 

 

 

 

 

 

 

 

Después de 8 meses de este programa piloto para hacer «Acompañamiento Espiritual » a las familias más vulnerables de la Fundación Vivienda, y el Centro de Espiritualidad Santa María se materializó una nueva instancia de encuentro: un «Retiro de fuego » con el objetivo de poder ir generando nuevos espacios de confianza para ir escuchándose y valorando un tiempo personal para ir creciendo y conociendo en este camino al corazón.

El pasado 25 de mayo, en dependencias de la Fundación, asistieron siete personas que están siendo acompañadas; además, participó Valeska Gómez Directora de Desarrollo y Proyectos Fundación Vivienda.

Del Centro de Espiritualidad Santa María estaban las acompañantes Macarena Santibañez, Susana Farías, Quetita Prieto y Emilia Fernández. Las talleristas que hicieron este maravilloso taller fueron Eliana y Titi, hicieron un retiro especial, ya que

Con su delicadeza, amor, acogida y preocupación fueron entrando poco a poco, en camino. Se crearon espacios de confianza para que el «Grupo se fuera integrando y entrando en camino….. transformaron este momento en algo único y especial que posibilitó ir tocando sus corazones» .

«Para la Fundación Vivienda fue una maravillosa experiencia muy importante y valiosa, ya que el poder realizar una actividad así en sus instalaciones y reunir a las familias en una instancia diferente, le da sentido a su labor y los conectan de un modo diferente con estas familias tan vulneradas y necesitadas en nuestra sociedad».

«Para nosotros como acompañantes del Centro de Espiritualidad Santa María, fue un regalo poder ver a nuestras acompañadas participando con total confianza. El sentir esa emoción del alma al ver cómo van compartiendo gratuitamente sus vidas, escuchándose unas a  otras y más aún sintiéndose dignificadas en su esencia, por el solo hecho de ser escuchadas , es una experiencia que también nos emociona y les da sentido a nuestras vidas. Muchas veces no vemos los frutos pero hoy confirmamos que en estos acompañamientos se nos regala la posibilidad de sentir en nuestros corazones al Dios de la vida que se revela y nos invita amorosamente a seguir en como hermandad, sin diferencias sociales y culturales, solo unidos en este Camino al corazón» .