
Queridos amigos, estamos viviendo un momento muy especial. ¿Qué nos estarás diciendo, Señor? Tantas reflexiones que hemos estado recibiendo estos días nos ayudan a pensar. Ojalá que estemos decididos a cuidarnos y a tomar en serio lo que nos dicen.
¿Que nos estás queriendo decir, Señor? El Señor nos llama, nos está invitando -por medio de esta situación tan imprevista- a que entremos….a que de una vez por todas, entremos dentro de nosotros, entremos y nos silenciemos, para escuchar y reflexionar acerca de cómo estamos viviendo nuestra vida.
Ojalá recapacitemos, pensemos y reflexionemos… Ojalá decidamos seguir aprendiendo -aún más- a integrar a nuestra vida cotidiana la dimensión sagrada de nuestro Corazón, de nuestro Templo interior. Yo estoy muy impresionada, y sigo en esta reflexión preguntando al Señor, qué nos está queriendo decir, a gritos. Y me pregunto si lo estamos escuchando, si te estoy escuchando, Señor!! Es un tiempo de volver, de volver a casa, de volver a la intimidad, al silencio.
En estos días, con los chicos en casa, hagamos nuestras liturgias familiares como iglesia doméstica, orando juntos. Jesús está con nosotros, y lo podemos significar de manera doméstica. Podemos celebrar, bendecir, proclamar la Palabra, orar juntos y entregarnos a Cristo.
Cuando estamos reunidos en su Nombre, entreguémonos a Cristo en familia!!! No lo dejemos afuera. Ensayemos ritos familiares que nuestros hijos comprendan y vivan!! Dios está con nosotros!!
Como padres y madres tenemos la enorme responsabilidad de hacer presente a Jesús en nuestra familia y en nuestros hijos. Usemos los medios para buscar materiales que nos ayuden en esta reflexión; pero no dudemos en que las mejores ideas nos la va a entregar quien habita en nuestro propio corazón: Dios mismo. Entremos! Escuchemos! Y hagámoslo presente en nuestras familias con ritos y signos que nos ayuden, nos consuelen, nos animen, nos alegren, nos den esperanza y por sobre todo, nos unan más y más a Jesucristo nuestro Señor que dio su vida para que SEAMOS UNO EN ÉL Y CON ÉL.
Y me sigo preguntando: Señor, qué nos querés decir?
Y cuánto quisiera aprender todo lo que nos estás enseñando en esta situación en la que estamos todos, toda la humanidad involucrada.
Esto nos pone cara a cara con nuestra fragilidad, con nuestra vulnerabilidad. Y todos somos iguales!
Es una situación universal en la que se nos pide que seamos “solidarios”. Es muy significativo. En un tiempo de tanto individualismo, por qué no decir, egoísmo, se nos pide que seamos solidarios. Que nos cuidemos unos a otros. Y en este momento a los que más hay que cuidar es a los que, como sociedad más estamos descuidando.
Es muy insólito lo que nos está pasando y creo Señor, que nos estás queriendo decir algo tan sagrado, por eso los invito a que nos cuidemos…
Unidos de corazón a corazón.
Inés Ordoñez de Lanús.
Buenos Aires, 16 de marzo 2020.