“Que Sea en mí tu voluntad”
Un tiempo para contemplar: parar, mirar, escuchar, tocar nuestra vida y todas las cosas que nos están pasando; hacer silencio y escuchar el misterio de nuestra propia vida, a la luz de los misterios del rosario.
Este retiro es un espacio de encuentro con uno mismo, con los demás, con la naturaleza y con Dios a través del Corazón de María. Es una experiencia de silencio y oración en la que podemos descubrir otras maneras de ESTAR y VIVIR en presencia de Dios, con una mirada contemplativa.
Nadie mejor que María para acompañarnos por los caminos de la contemplación: ¡Nadie mejor que ella puede enseñarnos a contemplar a Jesús!
El rostro de Jesús fue formándose en el vientre de María, tomando de ella su semejanza humana. María, estando embarazada, soñaba como toda mamá en ver y contemplar el rostro de su bebe. Ella fue la primera en abrazarlo cuando nació en Belén. Lo envolvió en pañales y lo puso muy cerquita de su rostro; lo miró y lo miró y lo miró sin cansarse, como hacen todas las mamás. ¡Cuánto tiempo habrá contemplado María el rostro de su hijito!
María, a lo largo de toda su vida, contempló a Jesús en cada una de sus acciones y guardó en su corazón cada una de sus palabras. Al pie de la cruz, ella estaba con la mirada fija en el rostro sufriente de su hijo amado. Y en la mañana de la Pascua, sus ojos también contemplaron la Gloria de su Hijo resucitado. Y ahora en el cielo contempla la Gloria de la Santísima Trinidad y con su mirada tierna y amorosa en cada uno de nosotros, sus hijos amados, nos enseña y ayuda a contemplar a Jesús.
Te invitamos a este retiro. María te espera para conducirte en la contemplación. Ella reza con nosotros y nos hace recordar, gustar, comprender y anunciar los misterios de la vida de Jesús para entrar en comunión íntima con El. También nos acompaña a contemplar los misterios de nuestra propia vida, a descubrir en nuestros corazones el gozo y la luz; el dolor y la gloria… ¡Y desgranar nuestra historia, a la luz de los misterios del rosario, contemplando lo que Dios hace en nuestra vida!
Duración:
– 3 o 5 días
Metodología:
Es un retiro de silencio que nos dispone al don de la contemplación. Todo el retiro se desarrolla con la metodología del Camino al Corazón: a la luz de la Palabra del día y de la Eucaristía compartiremos momentos de oración que nos disponen a la contemplación, meditaciones, espacios de percepción y reflexión personal, ejercicios de integración y acompañamiento espiritual.
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