¿Qué son las Comunidades del SEA de adolescentes?
Son una propuesta para acompañar a los adolescentes a recorrer el Camino al Corazón, para que crezcan en su amistad con Jesús encarnando con alegría los valores del Reino y descubriendo en la oración y la comunidad un espacio privilegiado para crecer en el encuentro consigo mismo, con los demás y con Dios.
¿Cuáles son sus Objetivos?
Crear un espacio de encuentro y de compartida para acompañar a los adolescentes en esta etapa de sus vidas a fin de que:
– Profundicen su amistad con Jesús.
– Descubran que son amados, que sus vidas son valiosas y que están invitados a vivir a la luz de los valores evangélicos.
– Reconozcan en estos valores un modo de vivir atractivo y en fidelidad al corazón humano.
– Experimenten la alegría de conocerse, de conocer a otros y de ser comunidad.
– Encuentren en el grupo y en el acompañamiento una ayuda que los alienta y apoya para vivir los valores en sus vidas cotidianas.
¿A quiénes están dirigidas?
A chicos y chicas de 12 a 15 años que hayan participado en alguna actividad del Centro de Espiritualidad Santa María y que quieran seguir creciendo en la espiritualidad del Camino al Corazón.
Los encuentros son mensuales y se realizan en alguna de las casas de los chicos, de sus animadores o de los matrimonios jóvenes.
¿Cómo se realizan?
Con la pedagogía propia del Camino al Corazón: en grupos pequeños, que a su vez conforman una pequeña comunidad y donde cada participante es conocido y acompañado, escuchado y animado a experimentar el encuentro consigo mismo, con los demás y con Dios.
Los grupos son animados por uno o dos jóvenes misioneros del SEA, que a su vez replican su propia experiencia de estar recorriendo ellos mismos el camino al corazón y de valorar la experiencia de comunidad. Ellos a su vez son acompañados por dos matrimonios, que a su vez son acompañados por la Coordinación general de este servicio acompañada por la Dirección del Centro.
Es una “cadena de amor y acompañamiento” que se enlaza con el compromiso y la responsabilidad con que cada uno realiza su misión.
El primer eslabón son los adolescentes, animados y apoyados por sus padres, que se comprometen con su asistencia y participación.
Los Animadores son jóvenes que acompañan el proceso de los adolescentes en el Camino al Corazón transmitiendo en fidelidad este carisma y estando cercanos a cada uno. Ellos son también quienes convocan a los adolescentes, preparan cada encuentro mensual, y lo coordinan siendo custodios de la escucha y velando por que cada chico tenga su espacio para compartirse.
A su vez, ellos son acompañados por los Matrimonios que están disponibles para sostenerlos y ayudarlos a preparar los encuentros o ante cualquier situación que se presente en su grupo.
Por último, los Coordinadores generales acompañan la organización de las comunidades velando por su buen desarrollo, y mantienen la comunicación con los padres. Están atentos a las necesidades de los matrimonios, de los animadores, de los chicos, de sus padres y de sus familias.