Camino al Corazón

Cuando decimos “camino al corazón” nos referimos al sendero que recorremos a través de todos los espacios de nuestra realidad humana, para llegar al corazón, lugar sagrado donde se integran todas las dimensiones de lo humano con lo divino; lo biológico, psicológico e histórico con lo espiritual, trascendente y eterno. Allí podemos descubrir nuestra verdadera identidad y unir nuestro “yo soy” al “Yo soy” de Jesucristo.

En el camino al corazón partimos de esta revelación: Dios es un Dios que es, que está y que nos ama. Su amor nos invita a “ser” la persona que somos, a “estar” asumiendo nuestro tiempo y nuestra historia en cada “aquí y ahora” y a elegir “amar” como él nos ama.

En este camino la historia humana se hace historia salvífica y somos capaces de vivir en la tierra como en el cielo, porque todo espacio y tiempo queda redimido en el corazón de Jesucristo.

En el camino al corazón vamos aprendiendo paso a paso a vivir atentos y despiertos al aquí y ahora, a estar en donde estamos, en una profunda conexión con lo que hacemos, pensamos, sentimos decimos y percibimos. Parece difícil, pero se trata de una disposición del corazón que reconoce en el don de la vida una verdadera fiesta.