La primavera de los jóvenes | Ecos del Retiro

El fin de semana del 21 de septiembre, 30 jóvenes participaron del Retiro del SEA para jóvenes. Compartimos algunos testimonios y la alegría de estos chicos que se animaron a recorrer el camino al corazón, en esta etapa de sus vidas:

Nunca dudé que Dios tiene una relación personal con cada uno, que como Padre paciente, aguarda que nos demos cuenta cuánto nos ama, y, para que este amor no deje de se tan puro, solo espera nuestra respuesta sin pedirnos ni reclamarnos nada.

Siempre sentí ese amor infinito que me alegra cada día, me permite otorgarle una sonrisa a la gente y trasmitir un poquito de todo ese amor a los demás.

Pero luego del retiro, y creo que por primera vez en mi vida, después de buscar que de una forma mística me dé respuestas, el se apareció, en realidad lo dejé aparecer en mi vida… y todo fue tan racional, tan real, que descarta que haya sido locura lo que sentí, solo amor… Me di cuenta por fin, que Él realmente está en nuestro corazón, que nos conoce profundamente, pero en medio del torbellino social que vivimos, las percepciones y expectativas que tienen los demás de nuestra propia vida, hacían que ese amor continuara guardadito, como para que nadie lo lastime…
Y en el silencio por fin lo escuché, no precisamente a Dios, sino a ese corazón inquieto que tanto lo ama, y yo no dejaba expresarlo… Y por fin se liberó!!!! Y me atravesó por completo… Por fin pudieron manifestarse mis verdaderos sentimientos, mis deseos y ese amor tan inmenso que no lo pude ni puedo controlar…
Y acá estoy, «solo se que no se nada», tengo mil ideas en la cabeza, pero el corazón empachado de Dios!!!! Y ahora sigo tranquilo, que de a poco Él se manifieste, porque ya no le pongo obstáculos, porque ya entiendo que Él sólo quiere que sea feliz, y me está abriendo el camino, que no se como quiere que lo camine, pero sí se que al final El me está esperando… Por fin me entrego a ese Padre dulce, que me dice «Al fin pibe!!!!, tanto miedo tenias de que te abrace???» Y acá sigo en esta hermosa bruma de amor que me lleva, que no impide que vea la realidad y siga siendo racional para tomar decisiones,  que no me apresura sino que me acompaña por donde vaya, y cada vez que caigo me abraza junto a María para seguir marchando, feliz y lleno de amor.
Dios los bendiga a todos!!!

Román González

 

Increíble ser testigo de la acción de Dios en cada uno de nosotros!!!! Esta vez me tocó estar del otro lado, como coordinadora del retiro junto a un equipo espectacular (Matu Lanús, Poli Basa, Mery Basa y Santi Orue).

No encuentro palabras para explicar (soy bastante mala escribiendo) lo que fue la presencia del Señor durante esos tres días. Realmente estuvo en, y entre, nosotros. A Dios se lo experimenta, los sentimientos quedan cortos, la razón no alcanza… Y eso viví durante los tres días del retiro, una profunda experiencia de Dios en mí y en cada uno de los jóvenes que se animaron!

El Espíritu Santo se derramó entre los coordinadores y puso las palabras en nuestra boca. Y abrió los corazones de quienes escuchaban… Transformaciones profundas, encuentros que sólo son posibles en la intimidad del silencio. Desde el primer retiro que hice en Casa de María siempre soñé con coordinar o ser asistente!

Así que fue muy deseado por mí estar en ese lugar, dejándome atravesar y ser instrumento del Señor. Muchas gracias a Inés y María que confiaron y creyeron que podíamos hacerlo. Y a todas las personas que nos ayudaron un montón! Clara Reynal, Vivi Udaquiola, Padre Claudio, Roxana Maggio, Marce Villalonga, Cuqui Achaval… Y a todos los que saben que fueron parte de que este sueño de un Retiro de Jóvenes para Jóvenes, fuera realidad!!!

Micaela Barriles

 

El retiro me permitió ahondar durante dos días dentro de mi misma. Aprender a hacer silencio de las voces exteriores que a una la rodean y pensar en todo lo vivido desde la persona que hoy, a los 24 años, soy. Bajarse del ritmo diario que uno lleva para descansar, pensar, dormir, relajarse, disfrutar. Se trata de ponerse en presencia del Señor y junto a Él hacer un recorrido por aquello, bueno o malo, que fue marcando nuestras vidas e intentar, de a poco, a aceptar el pasado como algo que nos fortaleció y nos trajo hoy a este lugar.
El lugar, la naturaleza, el fin de semana soleado que Dios nos regaló colaboraron mucho en que el silencio de los casi treinta que hicimos el retiro sea algo que nos llene a cada uno el corazón de alegría, de paz, de tranquilidad. Me resulta increíble como logré sentir cariño por personas que estaban dentro del retiro y con las cuales prácticamente no crucé palabra, tan solo desperté un sentimiento hacia ellos por haber elegido ese finde estar ahí viviendo lo mismo que yo y no haber optado por cualquier otra opción.

Natalia Juiz

 

Fue una experiencia increíble. Nunca me había dado tanto espacio para conectarme conmigo, con mis emociones, con mis deseos, con mis heridas. Después de dos días de silencio me fui en PAZ, conociéndome un poco más, pero sobre todo sintiéndome más feliz, más plena. Creo que un testimonio se queda corto, mi consejo: anímense y vívanlo.

Daniela Laguzzi