Honrar los pasos dados y las huellas que dejaron todos los que transitaron estos años que precedieron;
hacer memoria agradecida y visualizar este árbol que somos; hoy fecundo en sus hojas, flores y frutos, en los servicios y talleres que brindamos, las personas que escuchamos y acompañamos; donde cada uno tiene su lugar.
Encender la vela y adorar la cruz,
entregar la vida y abrazarla,
renovar el SEA, recibir a discípulos y caminantes, y celebrarlo en comunidad!
Inmensa la dicha de tanta plenitud! Que SEA, una vez más!





