Semanas anteriores di un retiro a una porción de nuestra comunidad. Fue la semana entre la fiesta de San José y la anunciación. Fue un retiro significativo; el primero de otros que daré a lo largo del año invitando a quienes quieren ser parte de esta comunidad que elige vivir la plenitud del amor en esta tierra. Personas que quieren atestiguar a la humanidad entera que SI se puede; que es verdad lo que Jesús nos promete de vivir el cielo en la tierra.
Ojalá muchos se sumen a esta comunidad testigo.
Ojalá al vernos y oírnos, muchos que también hoy, como en tiempos de Jesús, están dejando Jerusalén, desalentados y desilusionados, al vernos y escucharnos sientan arder su corazón y reconozcan, en nuestras vidas entregadas, a Jesús entregándose a través nuestro. Y vuelvan a casa…
Les escribo desde Luján con el corazón encendido. Nueve familias misioneras del SEA, por segundo año se ofrecieron para misionar en el Barrio de Sakura, en la Capilla de San José, de la diócesis,de Zárate Campana.
No se imaginan la alegría de los padres y de sus hijos. Y la alegría de quienes los reciben. Ya escucharemos sus testimonios.
Nos unimos también a los jóvenes que misionan en Chascomús.
Y desde los lugares que estemos, renovemos nuestra ofrenda como corredentores junto a Maria. El Señor realiza su obra a través nuestro. Bendito SEA!!
Felices Pascuas. Les pido que oren por mí para que pueda ser fiel en esta etapa tan fundamental para nuestra comunidad del SEA.
La esperanza de la Resurrección | 6.04.2012
julio 25, 2012 por
Querida comunidad, nuestro Papa, Benedicto XVI, nació en un sábado santo y vive como misión conducir a la Iglesia, del sabado santo al Domingo de Resurrección.
Dentro de nuestra querida Iglesia, hay muchos hermanos nuestros que están desalentados, enojados, disconformes…estamos viviendo momentos difíciles. No son los primeros ni serán los últimos. La Iglesia sabe de estos tristes momentos; le ha tocado atravesarlos otras veces a lo largo de la historia. Esta vez ha tocado en partes «intocables» del cuerpo eclesial. Hemos sido testigos de escándalos, de situaciones muy dolorosas…nos toca acompañar y orar…mas y mas.
Las familias católicas tenemos una misión muy particular. Los laicos estamos llamados a ocupar nuestro lugar y ser protagonistas. El Papa ha convocado a una año de la fe que comenzará el 11 de octubre. Un año para volver a renovar con ardor y entusiasmo lo que creemos y renovar nuestra ofrenda como testigos.
Hoy miramos a la Virgen Maria creyendo contra toda esperanza. Había tenido en sus brazos a su Hijo muerto. Lo había sepultado y había visto como habían corrido la pesada piedra. Y sin embargo seguía creyendo. No sabia como…lo único que si sabia era esperar y confiar…
Este día Maria estaba sosteniendo la fe de toda una humanidad nueva. En este día, estamos todos nosotros cuando también creemos contra toda esperanza.
Estamos en la víspera de la Pascua. Como comunidad estamos celebrando 40 años. Esta Pascua también marca para nosotros el inicio de una etapa nueva que estamos transitando.