Del 20 al 22 de noviembre se celebra en Roma el III Congreso Mundial de Movimientos y Nuevas Comunidades Eclesiales, y tiene como tema “La alegría del Evangelio: una alegría misionera…” (cfr. Evangelii Gaudium, 21).
Invitados por el Consejo Pontificio para los Laicos, participarán los delegados de los movimientos eclesiales y nuevas comunidades más difundidos a nivel internacional. Y la Comunidad del SEA, como en el 2006, también estará presente: allí está Inés Ordoñez de Lanús, fundadora de esta comunidad, acompañada por Alejandra Gettas. También nosotros, desde donde estemos, las acompañamos y nos unimos en oración!
Los invitamos a rezar la oración que el Consejo Pontificio para los Laicos ha preparado para este encuentro:
Oración por el III Congreso Mundial de los Movimientos Eclesiales y las Nuevas Comunidades
Oh Dios, Padre nuestro,
que mediante tu Espíritu
y con inefable generosidad
enriqueces con dones siempre nuevos
a tu Iglesia,
esposa amada
de nuestro Señor Jesucristo.
Dirige tu mirada misericordiosa
sobre los movimientos eclesiales
y las nuevas comunidades,
a quienes has confiado multiformes carismas.
Confírmalos en tu santo servicio,
mantiene en ellos la fascinación
por la belleza del carisma recibido,
concédeles amor a la Iglesia,
docilidad ante los Pastores,
paciencia y fortaleza en las tribulaciones,
ternura por los pobres y excluidos,
y socórreles y fortaléceles
en las debilidades humanas.
Infunde en sus corazones
la dulce y confortadora alegría
de evangelizar.
Guía el camino de preparación
hacia el III Congreso Mundial
de los Movimientos Eclesiales
y Nuevas Comunidades,
para que se convierta en el cenáculo
de un renovado Pentecostés.
El fuego de tu Espíritu reavive en ellos
el ardor y la pasión misionera
que el Santo Padre Francisco
desea para la Iglesia de nuestros días.
Que les acompañe siempre
la intercesión de María,
Madre de Jesús y Madre de la Iglesia,
estrella radiante de la evangelización y
humilde sierva de tu infinito Amor.
A ti, oh Padre, la gloria y el honor
por Jesucristo en el Espíritu Santo
ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.