El 13 de junio se realizó un Retiro de Fuego en el Colegio Nuestra Señora de Fátima, coordinado por voluntarios del CESM Filial Santa Fe.
Los testimonios de quienes compartieron esta experiencia ponen de manifiesto las gracias recibidas.
La importancia de hacer un retiro en una comunidad donde hay tantas personas y tantas historias de vida es muy lindo y fructífero.
La experiencia de entrar primero en uno mismo y descubrir cómo se encuentra mi corazón, un gran desafío! Apagar los ruidos exteriores y entrar en el mas silencioso y cómodo lugar: mi interior.
Pero luego me descalcé para entrar en Tierra Sagrada: el corazón de mi hermano! Escucharlo con sigilo y prudencia, conocerlo un poco más. En en el diario vivir laboral no hay espacios para poder hacerlo…y en el retiro se logró!
Por último, la mirada. Así como dice Santa Teresa «Os pido que lo miréis«, es así como debo mirar a mi hermano sabiendo que en él, Jesús está presente! Mirarlo para recibirlo con su dolor, alegría su vida.
También permitirme ser recibida, acogida en el corazón del otro que me invita a ser morada en él!
Los gestos, la música, las dinámicas, siempre acompañados de DIOS VIVO hacen que los frutos de un retiro sean duraderos!
María Inés González, personal no docente
Siempre me ha llamado la atención la pasión de nuestro Dios por buscarme, por suscitar en mí la necesidad de buscar, con la certeza de que – en el momento oportuno- se dejará encontrar. En esta dinámica puedo describir mi propia historia de salvación.
Es una gracia que, además, en el propio trabajo posibiliten estos encuentros. La experiencia del pasado lunes 13 de junio ha sido muy grata, pudiendo reconocer tantas mediaciones por parte de Dios. En una mañana como cualquier otra, sin nada especial, como suelen darse estas cosas de mi Dios, un bello grupo de personas ha tenido la divina misión de “ponernos a tiro” del Señor, de propiciar encuentro, de encender el deseo de búsqueda, de hacer arder el corazón.
La respuesta es absolutamente personal, pero es imposible borrar esos mojones que Dios va dejando en el camino y que, de forma irresistible; atraen, señalan y conducen…
¡Muchas gracias!
Vanesa, docente del colegio Fátima
Vivir el Retiro de Fuego junto a la comunidad educativa de la Escuela de Fátima, en la que trabajo hace más de treinta años y, en la que además estoy llamada a gestionar su conducción, fue una hermosa oportunidad de mostrar a esta «gran familia» de Fátima este carisma que -como buen samaritano- ante la situación más difícil de mi vida, la muerte de mi hijo, me rescató, me sanó y me sigue cuidando, haciendo visible, a través de estas maravillosas personas, la presencia amorosa y misericordiosa de Dios.
Este camino al corazón, tan cercano en el cuerpo de la cabeza, pero tan distante en la vida de todas las personas para encontrar la verdadera «felicidad», comenzó a surcarse para todos nosotros. El desafío ha sido planteado y las semillas esparcidas, sólo nos queda estar atentos a quienes quieran ser acompañados a «encontrarse y Encontrarlo».
Gracias infinitas a todos los que participaron coordinando este Retiro por permitir al Espíritu Santo ser instrumentos eficaces de su gracia. Gracias a Dios por dar respuestas a mis plegarias.
Que SEA Señor en mí y en toda esta Comunidad que visitaste.
María Inés Galoppo
Directora del colegio Fátima