A través de Radio María, Inés Ordoñez de Lanús nos invita a experimentar en nuestra vida la alegría de la Resurrección. «Alégrense… no teman». Un grito gozoso que atraviesa nuestros miedos, nuestras incertidumbres.
¡Gracias Radio María por este espacio!
Pasado el sábado, al clarear el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto
la tierra tembló violentamente, porque el Angel del Señor bajó
del cielo y se acercó, corrió la losa y se sentó encima. Tenía
aspecto de relámpago y su vestido era blanco como la nieve.
Los centinelas temblaron de miedo y se quedaron como muertos.
El ángel habló a las mujeres :
-Ustedes no teman. Ya se que buscan a Jesús el crucificado; no está aquí, ha resucitado, como tenía dicho. Vengan a ver el sitio donde yacía, y después vayan aprisa a decir a sus discípulos que ha resucitado de la muerte y que va delante de ellos a Galilea; allí lo verán. Eso es todo.
Con miedo, pero con mucha alegría, se marcharon a toda
prisa del sepulcro y corrieron a anunciárselo a los discípulos.
De pronto Jesús les salió al encuentro y las saludó diciendo: -¡Alégrense!
Ellas se acercaron y se postraron abrazándole los pies.
Jesús les dijo: – No tengan miedo; vayan a avisarle a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.(Mt 28, 1-10)