En Semana Santa, el Grupo Misionero Espíritu Santo realizó una nueva misión en General Conesa, a 300 kilómetros de Buenos Aires. Fueron 20 jóvenes, y con ellos toda la comunidad del Centro de Espiritualidad Santa María, que los envió a esta misión.
Compartimos fotos y testimonios de esta experiencia.
Descubrir a Dios en los otros
Esta y todas las misiones me marcaron mi vida y son realmente únicas. Es difícil explicar con palabras lo que uno vivió desde el corazón. General Conesa es una comunidad que me invitó a soltar las quejas y las preocupaciones que traía de Buenos Aires. La misión para mí fue entregarse por completo a escuchar lo que la gente tenía para proponer. Visité con una persona con mucha energía y en él pude ver la riqueza de la sencillez. Me fui de Conesa con muchos desafíos para mi vida cotidiana. En Conesa me inspiraron para dejarme envolver en la confianza de Dios. Se vé mucho el esfuerzo que le ponen a sus actividades y las ganas que tienen de crecer como personas. Son una comunidad que tiene mucho para compartir.
En el GMES me llevo amigos para toda la vida. Son un grupo que me hace sentir única. Me invitaron a abrirme y a verme tal cual soy, con mis errores y mis aciertos. En este grupo pude descansar y confiar en mis procesos. Estoy eternamente agradecida porque me enseñaron lo que es misionar y me incentivaron desde el primer día a llevarlo a todos los ámbitos de mi vida.
Rochi Strada.