En el mes de marzo de 1995 me llamó Agustina Pitt, que estaba viviendo en Chile, a invitarme a participar de un taller «Fe, Vida y Oración» que iba a dar una argentina del Centro de Espiritualidad Santa María que acababa de llegar a Chile. Esta argentina era María Chiappe.
En este taller participaban varias argentinas que, por trabajos de sus maridos, estaban viviendo en Chile. Yo era la «veterana» pues ya llevaba más de 20 años aquí, casada con Guille, chileno. Yo invité a una chilena, amiga mía y en el taller conocí a la otra chilena que participó, Paula Alliende.
Muchos sobrinos míos fueron alumnos de la Escuela de Catequesis del Centro y algunos participaban activamente. Yo recordaba, de mis tiempos de catequista del Socorro, el trabajo de catequesis de Inés así que encontré un regalo esta llegada de María a Chile y mucho más todavía al conocerla durante el taller.
¡En tan poco tiempo hicieron tanto María y Eduardo! Ya en junio, habiendo incorporado al padre Fernando, tuvimos el primer desierto en la casa de los Chiappe, el día del Sagrado Corazón. El padre Fernando celebró la Eucaristía y yo me impresioné de la cantidad de chilenas que había.
Al poco tiempo vino Inés y conseguimos el salón del Sagrado Corazón del Colegio Apoquindo donde mucha gente llegó a su charla. Empezaron los grupos de oración en varias partes.
En diciembre hubo otro desierto en casa de los Chiappe, a la canasta,
adonde llegaron Elenita y Joaco.¡Cómo no recordar el primer desierto con Inés, Miguel y Juanita un sábado en la calle Tomás Moro!
En abril de 1996 fue el primer retiro del SEA al que no pude ir pero esa semana estuve con el corazón en el retiro.
En el año 1997 sí pude ir al retiro del SEA en Talagante, al que vino Manuel. ¡Una experiencia inolvidable!
¡Cómo no recordar con cariño mi primer grupo de oración, de los martes a las 9:00, en la Parroquia de Santa Elena, frente al Sagrario, con Paula Alliende, Pilar Cerveró, Cristina Aninat, Xime Labbé y Ana María Valenzuela! Anita Nazabal y otras
personas también participaron durante algún tiempo.Al volver María y Eduardo a Bs.As. empezaron los desiertos en otros lados. La casa de Lole y Willy nos recibió muchas veces. Ya, después, empezamos a realizarlos, hasta que tuvimos nuestra casa, en el Monasterio Benedictino de Las Condes.
Al primer retiro de matrimonios que vino a dar Inés con Manuel y los Lanusse fuimos con Guille. Fue en el mes de agosto y la casa de retiros era fría y húmeda. Para acostarse había que vestirse… pero nuestros corazones ardieron…
Ya, mi vocación de catequista, empezó a florecer otra vez y el dar talleres me encantó…
Cuando María partió Licha tomó la posta y también nos abrió las puertas de su casa. Allí, también hubo desiertos, charlas y hasta «la gata de Licha» no se los
perdía… descolgándose por el techo como el paralítico.¡Cómo no recordar, también, los miércoles en lo de «Cuca»!!!!!!!! Yo llegaba corriendo después de participar en la misa de las Camareras de la Virgen del Carmen y, muchas veces, de participar en el grupo de oración del Palacio Arzobispal, en esa época abandonado, con Willy, Patty Beltrán y otras personas. ¡Allí formamos la primera Comunidad del SEA chilena! Rezábamos, nos formábamos, comíamos todas las cosas ricas preparadas con tanto cariño por la Cuca y nos reíamos mucho… ¡Celebrábamos la vida!
En el año 2003 empezamos el CAE , ya con Willy, como director.
Willy, Carlos Arentsen y Jorge Andrés Costa nos ordenaban en las reuniones de Consejo en la oficina de Willy.
También Elenita y Joaco García Huidobro abrieron su departamento al SEA. Allí celebrábamos nuestras misas mensuales.
Desde allí partíamos en Metro, luego de un rico té, un grupo de 8, a dar talleres a Lo Prado. Volvíamos tarde, con frío, pero con nuestros corazones una vez más ardiendo…En diciembre del 2005 festejamos los 10 años del Centro con un almuerzo en nuestra casa. Allí Inés y Willy me pidieron ser directora a partir de marzo del 2006. ¡Qué acto de confianza!!!!!
Gracias al apoyo de Guille y de tantas personas del Centro he podido hacerlo con mi mejor voluntad entregando mi SEA en este Carisma del Camino al Corazón.
El 2006 y el 2008 peregrinamos a Tierra Santa con Guille ¡Qué experiencia más maravillosa!!!!!!!!
El Señor se ha preocupado de mostrarme su ternura de un modo muy especial en todo este tiempo en muchas cosas, en el acompañar y ser acompañada, en hechos familiares, en pequeñas cosas de la vida diaria que me han confirmado que este es mi camino.
¡Cómo no agradecer a tantos y tantas la construcción del Centro en Chile! A Willy, que movía las redes en el Arzobispado… al Cardenal Errázuriz y a Monseñor Chomalí que confiaron en nosotros y nos dieron el terreno en comodato!
¡Cómo no agradecer a Bertita y Horacio el proyecto y construcción del Centro! ¡Cómo no agradecer al equipo que se formó para conseguir los fondos!
Y vino el terremoto… cuando recién habíamos empezado la obra. Algunas donaciones prometidas no podían llegar por fuerza mayor. Yo siempre duermo bien, pero en el mes de abril al recibir los estados semanales de obra y ver que no nos alcanzaban los fondos me empecé a desvelar…..Al fin de cuentas era la representante legal y teníamos firmado un contrato con la constructora… Como es un comodato no se podía pedir un préstamo hipotecario… Estaba en tratativas de conseguir un préstamo bancario en que varios del CESM nos responsabilizábamos personalmente… hasta que un día le dije al Señor: » Tú me metiste en esto, Tú lo tienes que solucionar»… Losolté, no lo manejé más yo…
¿Cuál no sería mi sorpresa cuando, un mismo día, dos personas se acercaron a ofrecer un préstamo al Centro? El Señor se hizo cargo… y se concretó con una de ellas que, además de haber hecho una muy buena donación prestó los $ 140.000.000.- (U$ 280.000.-) que faltaban.
Pero el Señor sigue haciendo maravillas… Esa persona ha confirmado que su préstamo es sin devolución… o SEA una donación y anónima… Confío en que el Señor y la Virgen del SEA agradecerán, por siempre, mejor que cualquiera de nosotros, este gesto y esta generosidad.
El 28 de septiembre del 2010 inauguramos la filial de Santiago de Chile gracias a tantos y tantas…
¡Cómo no agradecer a Sarita Cruzat y Carlos Arentsen que me acompañaron a las reuniones de obra durante toda la construcción!
¡Cómo no agradecer a los sacerdotes que nos han acompañado este tiempo, sobretodo la fidelidad y apoyo del padre Fernando Edwards! ¡Cómo no agradecer a las religiosas que confían en nosotros!
¡Cómo no agradecer a mi comunidad, primero en casa de Sole Rivera, ahora en lo de Gaby Munita! ¡Gracias Sole, Gaby, Bertita, Paulina, Malú, Mónica, Domi y Pía , que, desde el cielo pides por nosotras!
¡Cómo no agradecer a Guille, nuestros hijos y nietos que, con paciencia, me han acompañado sin quejarse del tiempo que, a veces, no les he podido dedicar! También a mi querida familia de origen , esta larga familia Rueda… a mis padres, que aunque no
están físicamente, siguen siempre tan presentes…¡Cómo no agradecer a Tere, siempre lista en la oficina, a Paz, con todo impecable y acogedor con sello del SEA, a Sara, con su sonrisa, a Anita, dispuesta en la cafetería y a Orlando, también siempre listo a toda hora y día!
¡Cómo no agradecer a María y Eduardo su venida a Chile!
¡Cómo no agradecer el llamado de Agustina Pitt!
¡Cómo no agradecer a Inés, una vez más, su confianza, su entrega de este SEA de Amor que enciende nuestros corazones!!
Gracias a todos, si los nombro no terminaré nunca…
¡Gracias, Señor y gracias, María, por su presencia, su amor y su compañía!,
Marcela
¡Gracias, Señor y gracias, María, por su presencia, su amor y su compañía! Testimonio de Marcela Rueda
noviembre 18, 2012 por