Escuela Camino al Corazón

Un camino de agradecimiento.

Ya estamos en la mitad del año y los participantes de la Escuela han ido avanzando en su camino a su propio corazón, siendo parte de una comunidad que se reúne cada jueves, y este año tenemos horario diurno y vespertino.

A través de la experiencia de Lily Ruiz -acompañante del Centro y una de las talleristas– queremos compartir con ustedes la vivencia de este taller lleno de emociones y crecimiento:

¿Qué ha significado para ti ser tallerista de esta escuela?

“Una tremenda responsabilidad. Para mí el corazón de las personas es lo más importante; que las personas compartan sus vidas conmigo y que yo pueda recibir esas vidas es un tremendo regalo”.

La Escuela Camino al Corazón está pensada para todos, jóvenes y adultos que quieran tener un tiempo de crecimiento espiritual, conocerse y descubrir la presencia de Dios en la historia personal. ““Es un proceso de sanación muy profundo. Tanto de penas como de alegrías. Se aprende a agradecer las alegrías y a agradecer, aunque suene raro, las penas y sufrimientos vividos, porque te das cuenta que todo eso te ha hecho ser la persona que eres hoy”.

Con el paso de los encuentros efectivamente se va caminando hacia el corazón y se van notando cambios en cada persona: “Llegan sin saber mucho a que van, el nombre de la Escuela puede decir mucho. A medida que avanzan,  se dan cuenta de los profundos cambios que se van produciendo en ellos y, por ende, en su núcleo más cercano ya que su actuar se vuelve distinto. Yo diría que se aprende a vivir más en paz,  porque se logra aceptar el camino y la confianza de que si es con Dios, todo es posible”.