Con cientos kilómetros de distancia pero unidos en el amor y la devoción, miembros de las filiales de San Isidro y Santa Fe participaron de las celebraciones de Corpus Christi en sus lugares.
En Santa Fe la celebración fue presidida por Monseñor José María Arancedo, quien al cumplir 75 años se retira como obispo y la diócesis lo despidió agradeciendo su ministerio pastoral durante estos años.
En San Isidro, la celebración se llevo a cabo en el Marin, y fue presidida por Monseñor Oscar Ojea, bajo el lema «Ponerle el cuerpo a nuestros sueños».
¡Toda la comunidad del CESM representada en esta fiesta tan importante para nuestra Iglesia!