¡El Retiro de varones en Pentecostés ya es un clásico! Y cada año, somos testigos de la acción del Espíritu que actúa en cada uno, con su fuerza, su luz, su aliento, su paz, su consuelo, su fuego, que se manifiesta en una alegría que desborda y una confianza total. Y este es el gran regalo de Pentecostés.
Compartimos algunos breves testimonios:
Hace un rato llegué a mi ciudad, todavía con ganas de seguir el silencio profundo de oración. Fué un placer compartir juntos estos días del Retiro, muy agradecido a Dios por cada detalle, los siento muy cerca a cada uno y es gracias al Espíritu Santo que, a pesar de la distancia, nos mantiene unidos y nos sostiene.
Boris G., de Charata (Chaco)
Sigo desbordado de tantas cosas vividas y que me llevé del retiro. Estoy impresionado con los frutos del silencio! Frutos en la relación conmigo mismo, aceptándome y queriéndome un poco mas. En mi relación con Dios pudiendo agradecer tantas bendiciones. Y estoy seguro que va a traer sus frutos en mi relación con todas las personas que me rodean día a día.
Nicolás D.
Enormemente agradecido a Dios por invitarme a pasar estos días con este grupo. Gracias gracias gracias!
Hoy amanecí en mi cuarto día intensamente feliz y lleno de nuevas y buenas intenciones sobre mí mismo. Gracias Tommy por dirigirnos como un gran pastor como sos, gracias Alberto y José Luis por todo lo que hicieron y todo lo que recibí de Ustedes, gracias Guille porque siempre estás pendiente para que estemos en lugar indicado y a la hora indicada, gracias Anthony por tus campanazos de cada mañana , y gracias a todos porque me lleve un pedacito de cada uno de ustedes y lo tengo guardado en mi corazón. Gracias, Espíritu Santo, por este gran Pentecostés que nos regalaste.
Guillermo S. S.