Ecos del retiro de madres embarazadas o con hijos pequeños

Les compartimos algo del retiro del fin de semana de madres y bebes de 0 a 2 años.

Eran 23 madres y 18 bebes. El más chiquito tenía 20 días y el más grande 2 años. ¿Se imaginan? Bebes de pecho, de mamadera, gateadores, deambuladores… Fue una experiencia genial y tan profunda y luminosa, tan llena de vida!
Recorrimos el camino al corazón desde esta experiencia tan central que es la maternidad. Fue un encuentro de mujeres!!! Muchas lágrimas, leche, sangre y tierra. Fue una experiencia muy linda del SEA, pero distinta.
Por momentos parecía un retiro del SEA, por momentos parecía una plaza, por momentos, una locura!!!!

Las charlas con los bebes gateando en torno al Santísimo, los ratos de oración con bebes que dormían en el regazo de sus madres o hechos un «bollito» en las mantitas y almohadones, los acompañamientos entre pañales, papillas y juguetes… ¡Todo una experiencia!
Y un espacio para compartir cómo nos sentimos en ese momento tan vital: además de «contentas por ser madres», abatidas, cansadas, frustradas, doloridas, luminosas y radiantes, geniales y desastrosas, vulnerables y heridas, omnipotentes y limitadas… todo junto, todo mezclado, todo en «Dios acá», tan presente en esto que es nuestra vida y que nos requiere toda la vida… MARAVILLOSO! Con Angie nos sentimos felices de compartir la experiencia. Que es una experiencia compartida en nuestras vidas. Pudimos acompañarlas porque fuimos acompañadas por Inés en esos momentos de nuestras vidas. Nos acordabamos de los retiros a los fuimos embarazadas
o con hijos a upa… qué linda experiencia! Y qué lindo sentir que podemos ir pasándola a otra generacion de mamás! De generación en generación…¡hasta los confines de la tierra!
Y constatamos con toda seguridad: la maternidad, como la oración, es un «atajo» en el camino al corazón.
Que SEA en nuestras vidas, en lo concreto que cada uno está viviendo!

Por Loli Tassara

Querida Comunidad, este pasado fin de semana, fui una de las 23 felices madres elegidas por el Señor para ir al retiro con Loli y Angie. Junto a mi hija Guadalupe de un año y medio, pasé dos días maravillosos. Gracias, gracias y muchas gracias!!!!

Desde el sábado por la mañana hasta el domingo a la tarde hicimos de todo junto a nuestros hijos: escuchar las charlas de Loli y Angie (un lujo), Oración, MPECs, ejercicios de contemplación, cantamos, dormimos siesta, jugamos con los chicos en la guardería y adoración al Santísimo. No nos perdimos de nada, ni de las tostadas de Zoila!

Pero lo más importante fue que aprendimos que a través de la maternidad nos encontramos con nuestro corazón y con el Señor, que Él se nos revela y acompaña en nuestro diario agitado trabajo de ser madres y que es nuestra manera de hacer oración y vivir diariamente en comunión, siendo conscientes que Dios está ACÁ. Como María e Isabel, estamos para acompañarnos y como
dijo Loli, «de generación en generación». Que así SEA.

Agus Roca