Por Inés Ordoñez de Lanús
Hoy, 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración de nuestro Señor Jesucristo comenzamos los cuarenta días hasta el 14 de septiembre.
Celebramos 25 años desde aquel 14 de septiembre de 1988 cuando recibí/mos la gracia del SEA. Ya veníamos caminando hacía 16 años en la Catequesis, y sólo siete años con los grupos de oración Magnificat. ¡Cuánto hemos recorrido juntos; una verdadera historia de amor!
El año pasado festejamos los cuarenta años; una de las maneras de celebrar que elegimos fue revestir la casa de Oro con nuestra historia de amor. Y así está…sigue revestida. Los invito a ir y recorrer sus paredes, escribir sus nombres, dejar sus testimonios!! Que esta historia se siga entretejiendo con la propia, el Señor quiso que fuera a través nuestro, y nosotros también…y así está pasando.
Además del calendario litúrgico, estos cuarenta días significan para nuestra comunidad algo especial: queremos que manifiesten lo más esencial del SEA que es la corredención. Nuestras vidas entregadas para que SEA la voluntad de Dios en nosotros y a través nuestro integrando la fe a nuestra vida cotidiana por medio de la oración continua. Y eso requiere estar muy despiertos para “acordarnos” de nuestra decisión.
Estos cuarenta días comienzan con la fiesta de la transfiguración, donde el Señor nos alienta a vivir «en la tierra como en el cielo», aunque no veamos, no entendamos ni sintamos; María le creyó y fue asunta al cielo. Por eso, nueve días después, el 15 de agosto, celebramos la fiesta de la Asunción; y el 22 el día en que la Trinidad corona a la Virgen como Reina. El Señor nos invita a ser los reyes de la creación, es un reinado de amor; de servicio y de entrega. Y es lo que nos recuerda y enseña el misterio de la Cruz que exaltamos el 14 de septiembre.
Ese día, Francisco de Asís recibió los estigmas en el monte de Auverna en Italia. Estigmas de amor por su identificación con Cristo.
Y nosotros también estamos en este camino de identificación. Por eso, durante estos cuarenta días,como comunidad nos ejercitaremos en nuestra decisión de amar, y de amar en fidelidad a este camino que nos confió el Señor.
Elegimos este tiempo para estar atentos y despiertos a la presencia y acción de Dios en nosotros y a través nuestro; estar despiertos para darnos cuenta cómo el Señor nos llama para unirnos a él en su obra de redención, y realizarla con él. Por eso nuestra elección de amar y de perdonar, siempre.
Cada año hemos propuesto algo a fin de que nos ayude -como comunidad- a vivir este tiempo. Este año nos hemos simplificado dividiendo en siete grupos a los hijos del SEA y todos los que se quieran anotar. Cada grupo es un día de la semana.
Los lunes corresponden a quienes su apellido (de soltera si es mujer) termina en A-B-C;
los martes, D-E-F;
los miércoles, G-H-I;
los jueves, J-K-L;
los viernes, M-N-O;
los sábados, P,Q,R,S;
los domingos, T-U-V-W-X-Z para cada día de la semana.
Si me toca el viernes, todos los viernes de ese tiempo -6 de agosto al 14 de septiembre- estaré todo el día presente a Dios, presente a mí y a mis hermanos, en todo lo que me pase ese día, con la decisión e intención de amar muy despierta.
Recordemos la grilla. Todo el DIA:
D decisión
I intención
A acción (acordarme de amar, aquí y ahora)
Y esto es la corredención, unirnos en el amor a Dios, para que Jesucristo realice su obra de amor a través nuestro. Y es posible por la acción del Espíritu Santo, que se une a nuestro espíritu para que seamos alabanzas a la gloria de Dios. Y nuestra maestra es quien fue la primera discípula, y la que mereció ser la primera Corredentora: la Virgen María.
Estamos viviendo una primavera eclesial. Nuestra comunidad es una nueva comunidad, hija del Concilio Vaticano II que nos exhortó a los laicos a un nuevo protagonismo en la Iglesia por compartir entre todos una única vocación; la del amor, y un único llamado: la santidad.
Como decimos en nuestra oración de consagración, nosotros hemos acogido ese llamado y nuestra respuesta es que queremos ser santos (no perfectos), y para eso elegimos el camino del SEA. Es un camino radical, y podemos vivirlo porque dejamos que Dios SEA en nosotros. Queremos ser buenos y vivir plenamente lo que grabó a fuego en nuestro corazón: el deseo de amar y ser amados.
El Papa Francisco, que tan bien conoce a nuestra comunidad y tanto nos ha apoyado, nos urge a vivir esta plenitud. Sus palabras son como un grito que intenta despertar a toda la humanidad, pero de manera especial, al corazón de la Iglesia y de cada uno de los que la formamos.
Es un grito de amor al que unimos nuestras voces con gratitud y alegría. Y aprovecho esta ocasión para también gritar mi gratitud y alegría a todos quienes respondieron con tanta generosidad el llamado a aportar con su dinero a la misión de nuestra comunidad. Si no somos nosotros, ¿quiénes? Y lo vamos comprendiendo porque estamos madurando en la conciencia de ser quienes somos: una nueva comunidad elegida por Dios, para ser signo de un modo de vivir el amor en este tiempo. ¡Bendito SEAS Señor! Y estamos felices, y nuestro corazón se ensancha de amor y de fuego. Cada vez somos más quienes nos dejamos tocar y encender por este fuego de amor de un Dios enamorado. ¡Y es contagioso!!
Por lo tanto queremos que este tiempo SEA también la ocasión para renovar nuestras pequeñas comunidades. Hace 13 años, el 21 de junio del 2001 se formaron las primeras. Algunas caminan muy bien, otras hay que nutrirlas, y otras hay que formarlas. El 14 de septiembre en Luján nos reuniremos todos los hijos del SEA y nos presentaremos al Señor en nuestras comunidades. Quienes no se hayan podido organizar, intentaremos que ese día puedan hacerlo.
El SEA es un camino para vivir en comunidad, de allí la importancia de encontrar la propia. No es sencillo, pero todos tenemos la maravillosa experiencia de ser parte de una comunidad de fe-vida-oración; sobre todo la comunidad del CAE.
Y quedándonos unidos en este misterio de amor, me quedo en el corazón de cada una, de cada uno, y todos unidos, en el corazón de Cristo resucitado y de María Corredentora.
Amén, Así SEA
IneSEA
PD: Quienes quieran participar en la propuesta, pueden anotarse en la Comunidad SEA Online. Y así sabemos quiénes participamos.