La finalidad del Acompañamiento Espiritual es acompañar a la persona en su camino de encuentro con Dios, camino de santidad hacia su madurez humana y cristiana, camino que lo conduce hacia una vida feliz y plena, gozando del fin para el que fue creado.
El acompañamiento espiritual ayuda a las personas a:
– Descubrir la propia vida como el lugar teológico por excelencia donde Dios se revela y nos llama a la unión con Él por medio de los acontecimientos cotidianos de su vida misma; – profundizar en el encuentro con uno mismo, con los demás y con toda la creación a fin de que podamos conocernos, poseernos y entregarnos amorosamente;
– Vivir como verdaderos hijos de Dios, templos vivos de la Santísima Trinidad y a reconocer en Cristo el sentido de nuestras vidas, asistir a las sucesivas etapas de desarrollo hacia la madurez humano-espiritual en Cristo.