Mariano, el sacerdote encargado del equipo que prepara la Pascua Joven, nos contaba que todos estos años se les hacía imposible escuchar a todos los que lo necesitaban. Sólo podían hacerlo con una porción muy pequeña a pesar de sus esfuerzos. Hay que tener en cuenta que es en Semana Santa y que los sacerdotes tienen muchas obligaciones en esos días.
Es así, que buscando una solución a esta demanda creciente de necesidad de ser escuchados, se le ocurrió aplicar en Pascua Joven lo que llamó “Pastoral de la Escucha”. Para ello buscó personas adultas (psicólogos, counselors, catequistas, padres y madres de familia) que estuvieran a disposición de los chicos para escuchar a aquellos que necesitasen compartir algo. Preparó un grupo de aproximadamente 45 personas que se acercaban en algunos horarios y le explicaron a los jóvenes que estaban en el retiro la diferencia entre acercarse a confesar y acercarse a compartir lo que uno estaba viviendo.
Para sorpresa de todos, tuvo una muy rápida aceptación. Los chicos se fueron acercando cada vez más a compartir lo que estaban viviendo. Así como los sacerdotes no llegaban a poder confesar a todos los que lo necesitaban lo mismo pasaba en este nuevo espacio. Fue una alegría ver como nos podíamos acompañar los unos a los otros.
Dentro del grupo de “Pastoral de la Escucha” hubo varias acompañantes del Centro Santa María. Yo fui una de ellas y les quiero contar que fue una experiencia muy linda. Tanto los chicos que eran escuchados como las personas adultas que tuvieron la oportunidad de sentarse a escucharlos salían muy agradecidos.Me resultó una experiencia conmovedora ver a casi 3000 jóvenes realizando las dinámicas, algunas en silencio y dedicando tantos días a encontrarse con Jesús. Nosotras como acompañantes lo vivimos como un regalo del cielo.
Susana Greslebin de Agote
Aún hoy sigo emocionada; el Padre Caracciolo convocó a un grupo de Acompañantes, Counselors y Psicólogos para la Pastoral de la escucha, ya que como el decía, «a veces los chicos no necesitan confesarse, si no solamente ser escuchados
» y ante la cantidad de participantes (más de 2.500 jóvenes le iba a ser muy difícil estar con todos.
Realmente fue increíble dado que ante nuestro asombro teníamos a un costado nuestro, grupos de chicos haciendo cola para «ser escuchados». Aún retengo esas caritas angelicales tanto de varones como de mujeres, con los ojos llenos de lágrimas contando sus heridas.
Realmente fue para mi una Pascua maravillosa, como nunca antes la había vivido y realmente estoy feliz y agradezco a Jesús el haberme llamado para este maravilloso camino de acompañante, agradezco a Inés por ser el alma mater de este movimiento, al Padre Tomas Barbero por haberle dado al Padre Caracciolo mi mail y a este último por haberme convocado.
Cristina Arocena
Pascua Joven es un retiro-campamento hecho por jóvenes para jóvenes que se realiza todos los años en Semana Santa. El encuentro es organizado por la pastoral juvenil de la diócesis de San Isidro; comenzando el Miércoles Santo por la tarde hasta el medio día del Domingo de Resurrección.