A la comunidad del SEA en Chile

Querida comunidad de Santiago, conmovida frente a los hechos que están viviendo, quiero manifestarles mi cariño, mi cercanía, y el de toda la Comunidad del SEA.
¡Es tan doloroso! Y sin embargo este dolor viene acompañado con el consuelo luminoso de la verdad y de la esperanza. La verdad duele al mismo tiempo que cauteriza, penetra, sana, y cura las heridas del mal. Fueron muchos años de ocultamiento, de mentira, de hipocresía… ¡cuánto dolor y cuánta desilusión!

Y al mismo tiempo ¡cuánto agradecimiento! Al fin!!!

Y lo más importante ahora, es la enseñanza que nos deja a todos esta situación. No solo a la Iglesia de Chile, sino a toda la Iglesia, y a quienes ocupamos cargos donde ejercemos alguna autoridad o cuidado sobre otros.

Padres, maestros, mayores, y en la situación que nos afecta, sacerdotes y obispos. ¿Estamos preparados para actuar cuando presenciamos actos abusivos o de maltrato? A veces los justificamos o los atenuamos. Ojalá que aprendamos a cuidarnos unos a otros y que, sin importar el cargo, ¡se puedan tomar medidas eficaces!
Porque todo esto nos lleva a un ¡¡¡NUNCA MÁS!!!

Nunca más una persona puede permanecer en un cargo de autoridad cuando abuse o maltrate a otra persona, de cualquier manera que lo haga. Esto nos lleva a capacitarnos, a estar atentos; ¡es responsabilidad de todos el aprender a mirar las señales, sobre todo en los menores y en los más vulnerables! ¡Y actuar!

Las crisis siempre nos dan nuevas oportunidades, y en este caso queremos estar atentos para reconocer cuáles son.

Queremos afirmar nuestro amor a la Iglesia y a los sacerdotes que con tanto amor y generosidad entregan su vida en fidelidad a su vocación ministerial. Como Comunidad del SEA queremos manifestar nuestra confianza en el Espíritu Santo y recordar la fuerza de la oración en comunidad; animarnos a orar, a estar muy unidos y cercanos, y a acompañar a los que más están sufriendo las consecuencias de este desorden.

Y en este desconcierto e incertidumbre, pero con la certeza de que Señor estás caminado con nosotros, la Comunidad del SEA de Santiago ha elegido el día de la Visitacion para realizar un día de oración y reparación.
Y allí, en el corazón de la Virgen del Carmen, nos encontramos para proclamar esperanzados el Magníficat de la Iglesia chilena hoy.
!Amén!