Con una inmensa alegría, que brota de la certeza de sabernos amados por Dios y miembros de una comunidad que nos reúne y nos acompaña, ayer celebramos los 25 años del SEA con una misa de acción de gracias, realizada en la Rural. Cerca de 400 personas nos congregamos en la Eucaristía para dar gracias por la fecundidad del carisma, a lo largo de estos años.
Por Patricia Carrere de Silva
Alabamos, agradecimos, cantamos y bailamos!!! Una verdadera fiesta: 25 años del SEA!
Enmarcados por un pesebre viviente, anunciando la Navidad que prepara nuestros corazones para un nuevo alumbramiento del Hijo de Dios, celebramos la misa de acción de gracias con mucha alegría y agradecimiento!! Ofrecimos los múltiples frutos cosechados de una comunidad que reconoce en este SEA una forma de vivir, una profunda y consciente decisión de ser bueno, reconociendo el sello del Señor que nos creó por amor, para amar y para que, amándonos reflejemos su gloria.
Finalizamos la misa en un aplauso espontáneo, de pie, sostenido, muy emocionado, a Inés por este regalo del SEA, que recibió del Señor, y con tanta generosidad nos lo tradujo y se convirtió no sólo para nosotros argentinos, sino ya para tanta gente en varios lugares del mundo, en nuestro “camino al corazón”.
Y en Oro nos esperaban los chorizos, tortas y vino y regalos!!!
Al final, todos (sin excepción) nos llevamos puesto, a modo de abrigo para la piel y el corazón, esos abrazos, que son un símbolo que nos reconoce como comunidad de personas que a pesar de nuestras diferencias, dificultades o tristezas, estamos y queremos ser uno con el otro, como el Hijo con el Padre, y nosotros en Él.