10 de febrero: Miércoles de Cenizas

Este miércoles es miércoles de ceniza y, a pesar de que no es día de precepto, la Iglesia recomienda ir a misa dada la importancia de este día, para marcar y conmemorar el inicio de la cuaresma.

Vivamos la Cuaresma unidos a los que sufren

Nos llegó este mail de  María de los Ángeles Covarrubias. Ella trabaja en Ayuda a la Iglesia que sufre, nos cuenta que el Patriarca de Antioquía, que es Sirio, y con quien estuvo en Beirut hace algunos meses, le acaba de mandar esta carta. Viene bien para comenzar cuaresma.

Queridos hermanos y hermanas:

Con la presente me dirijo a ustedes, que nos apoyan a través de Ayuda a la Iglesia que Sufre para hacerles llegar mis saludos y bendiciones desde Siria, la cuna del Cristianismo.
Desde hace ahora cinco años atravesamos el desierto, y su constante ayuda es para nosotros como el maná que el Señor envió a los israelíes para salvarlos de morir de hambre. Ustedes nos han acompañado siempre en este difícil camino, y nuestro pueblo sabe que puede contar con ustedes.
Ahora que se acerca el Miércoles de Ceniza quiero invitarlos cordialmente a unirse a nosotros en una jornada de ayuno y oración, en la que queremos rogar juntos a Dios por que devuelva la tan anhelada paz a nuestro país. Día a día, nuestra fe está siendo puesta a prueba, pues presenciamos el sufrimiento de los niños y el dolor de los padres, y estamos rodeados de odio y muerte. Lo que queremos es poder volver a vivir en paz en nuestra querida patria.
Creemos firmemente que el camino de la cruz es necesario para alcanzar la gloria de la resurrección. Pero también el Señor contó en su camino al Gólgota con personas que lo consolaron y ayudaron: Simón de Cirene le ayudó a llevar la cruz, Santa Verónica le dio un paño para enjugar el sudor y su santísima Madre y el apóstol San Juan permanecieron bajo la cruz cuando moría con los brazos extendidos. De la misma manera, nosotros confiamos en el consuelo y la ayuda de nuestros hermanos y hermanas, y les rogamos que sigan permaneciendo a nuestro lado.
|He tenido ocasión de conocer personalmente a muchos de ustedes. Sus oraciones, su aliento y su apoyo nos ayudan a soportar nuestro vía crucis. Por ello, quisiera aquí repetir mi petición: ¡Por favor, ayunen y recen con nosotros! Es imposible que el Señor desatienda las oraciones y sacrificios conjuntos de Sus hijos. Muchas gracias. Unidos en nuestras oraciones,

Gregorio III Laham
Patriarca Católico Greco-Melquita de Antioquía y Todo el Oriente, Alejandría y Jerusalem

Con el Patriarca de Antioquía